Reducción del
futuro

Las niñas indígenas están prisioneras…. No tienen futuro. La educación, la tecnología y la discriminación se lo impiden. Somos una sociedad erosionada por la discriminación de dinero, de género y de raza.

Lo que agrava su situación es que son indígenas y son mujeres, y la educación que les ofrecemos en méxico es de muy mala calidad, es como la serpiente divina que se muerde la cola. Nuestras escuelas están llenas de niñas incompletas, inconclusas, invisibles… mientras sus familias se empeñan en seguir atadas a una fantasía: «estoy juntando para que mis hijos estudien, para que puedan ser mejores, para que tengan oportunidades» dicen.

Ni la educación, ni la tecnología están al servicio del desarrollo integral de la persona, no forma capacidad crítica, no orienta al consenso, a la participación o a la democracia. Los medios masivos apoyan a la “des-educación” y especialmente lo hace la televisión con sus programas vacíos, sus telenovelas huecas y sus reality shows. La educación para las niñas indígenas requiere de una reforma integral, capaz de ofrecerles realmente un futuro y en la que exista la conciencia de que las mujeres son depositarias de un acervo espiritual, cultural y social especialmente valioso. Requerimos de una educación donde lo importante no sea el capital económico, sino el capital humano.

– Dana Aerenlund Veliz.