Muchedumbre

Nos convertimos en una masa amorfa para escondernos de la realidad; (por ejemplo: ignorar la enormidad, la escala y las necesidades de nuestros sistemas energéticos )

Para ubicarnos , consumimos cotidianamente la desinformación que nos brindan los noticieros, el amarillismo, las modas y el ritmo enajenado de la competitividad.

Creemos en libertades ficticias como el alcohol, las drogas y experiencias extremas, para vacunarnos contra el sufrimiento propio y ajeno.

Nos acomodamos en el “que dirán” para tener la ilusión de pertenecer.

Nos dispensamos de pensar palomeando electrónicamente  las modas ambientales, que poco tienen de pragmáticas y visionarias.

Canibalizamos a todo aquello que nos saque de nuestra zona de confort.

– Dana Aerenlund Veliz.